Inyecciones Epidurales

El control del dolor con inyecciones epidurales en la región lumbar de la columna ha sido utilizado por los médicos desde principios de la década de 1950 como una forma eficaz de ayudar a los pacientes a controlar el dolor intenso y crónico.

Esta opción de tratamiento es perfecta para los pacientes que necesitan una forma de controlar rápida y eficazmente el dolor que han tenido problemas para contener.
Este dolor puede ser el resultado de una cirugía reciente, una condición genética o también una condición recién desarrollada.

Estas inyecciones son perfectas para tratar una variedad de áreas comunes de dolor crónico, como la espalda, los hombros, el cuello, las rodillas y más.

Tratamiento epidural

Las inyecciones epidurales ayudan a sofocar el dolor en todo el cuerpo al reducir la producción de agentes inflamatorios que inducen el dolor que se están preparando para circular hacia sus destinos objetivo.

Por lo general, se usa una solución que contiene cortisona junto con un anestésico local y/o solución salina junto con el esteroide para reducir el dolor.

• El esteroide (cortisona) normalmente se inyecta como agente antiinflamatorio. La inflamación es un componente común de muchas afecciones de la espalda baja y reducir la inflamación ayuda a reducir el dolor.
• La lidocaína es un anestésico local de acción rápida que se utiliza para el alivio temporal del dolor. También se puede usar bupivacaína, un medicamento de mayor duración.
• La solución salina se usa para diluir el anestésico local o como agente para diluir los agentes químicos o inmunológicos que promueven la inflamación, lo que ayuda a reducir la cantidad de dolor experimentado.

Una epidural puede ser muy beneficiosa para un paciente durante los episodios agudos de dolor que hacen que la terapia sea mucho más difícil de completar. Estos tratamientos pueden proporcionar suficiente alivio del dolor para permitir que un paciente progrese con programas de ejercicios y estiramientos de rehabilitación. Si la inyección inicial es efectiva para un paciente, puede tener hasta tres sesiones de tratamiento en un período de un año.

Las inyecciones epidurales de esteroides administran el medicamento directamente a la fuente de generación de dolor en el cuerpo; la base de la columna vertebral. Por el contrario, los esteroides orales y los analgésicos tienen un impacto mucho menos directo y también pueden ser menos tolerables y traer consigo efectos secundarios no deseados, sin mencionar el riesgo de adicción que acompaña a cada régimen de tratamiento del dolor de espalda. Además, dado que la gran mayoría del dolor proviene de la inflamación, una inyección epidural de esteroides puede ayudar a controlar la inflamación local y, al mismo tiempo, eliminar proteínas y sustancias químicas inflamatorias innecesarias del área local que pueden contribuir y exacerbar el dolor que está experimentando.
Varias condiciones podrían impedir que un paciente califique para el tratamiento:

• Infección local o sistémica
• Embarazo (si se usa fluoroscopia, un tipo de rayos X)
• Problemas de sangrado, anticoagulantes (Coumadin, etc.) o pacientes con una condición de sangrado.

Las inyecciones epidurales de esteroides tampoco deben realizarse en pacientes cuyo dolor podría estar relacionado con un tumor espinal. Si se sospecha, se debe realizar una resonancia magnética antes de la inyección para descartar un tumor. Si bien estas inyecciones de esteroides son muy poderosas, son una forma segura y efectiva de tratar su dolor crónico en la fuente. El dolor crónico no tiene por qué gobernar su vida, y estos métodos de tratamiento respaldados científicamente pueden ayudarlo a vencer su dolor y hacer las cosas que lo hacen feliz todos los días sin sentirse abrumado por el dolor.